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Una represa sobre el río Meléndez podría mitigar el desabastecimiento de agua en Cali

  • represa río Meléndez podría mitigar desabastecimiento agua Cali
    Adecuar una represa, reubicar y controlar el consumo del agua bajaría a un 30 % el consumo excesivo en la región. (Imagen: Joaquín Sarmiento / AFP).
  • La capital del Valle del Cauca  se está quedando sin el agua que surte este afluente, que nace en los farallones de Cali y desemboca en el río Cauca, afectado por la contaminación y cada vez más por la sequía. Adecuar un embalse entre las veredas Villacarmelo y El Rosario –zona media de la cuenca– solucionaría el problema de desabastecimiento que afrontan alrededor de 125.000 usuarios.

Sobre la Entidad

La ingeniera civil Yohana Isabel Campo, magíster en Ingeniería - Recursos Hidráulicos de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Manizales, sugiere que “para aprovechar mejor las épocas de lluvia que se presentan entre abril y mayo, y octubre y noviembre, un embalse equilibraría la oferta y la demanda hídrica, es decir la cantidad de agua disponible, y que en efecto la población pueda utilizarla para actividades económicas como la agroindustria”.

Durante su investigación, la magíster comprobó que las épocas de sequía –entre enero y febrero, y julio y agosto– se han vuelto más problemáticas por el crecimiento poblacional, las captaciones ilegales de agua, las pérdidas del líquido en el suministro y la falta de un control más eficaz en el consumo. Por ejemplo, en 2022 Cali tenía 2.250.842 habitantes, y hoy esta cifra asciende a 2.297.230.

Con respecto a la oferta hídrica, identificó que durante las dos temporadas lluviosas el río alcanza un caudal de 1.000 litros por segundo (l/s), de la cual se consume un promedio del 67 %.

Apoyada en los datos de la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca (CVC), la investigadora encontró que cada uno de los 125.000 usuarios de la zona estudiada consume 600 l/s, pero la cuenca solo ofrece 500 l/s en periodos normales. La situación cambia en época de lluvia, cuando la relación asciende a 1.000 l/s y se reduce a 300 l/s durante la sequía, cuando la profundidad de la cuenca no sobrepasa los 30 cm.

Ante tales hallazgos, la ingeniera aplicó un sistema de modelación con WEAP (Water Evaluation and Planning System), que sirve planificar de manera integrada la gestión del agua en una zona particular, con base en la información de número de usuarios, precipitación, temperatura y caudal, entre otras características hidroclimáticas.

La información se obtiene tanto del estudio de campo como de los datos suministrados por el Departamento Administrativo de Gestión del Medio Ambiente (DAGMA) con jurisdicción en la zona urbana, la CVC y el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, entes encargados de la zona rural, y del Parque Nacional Natural Farallones de Cali, correspondientes a la zona alta.

En tiempos de sequía el río Meléndez no sobrepasa los 30 cm de profundidad. (Imagen: Yohana Campo, magíster en Ingeniería/Recursos Hidráulicos UNAL Sede Manizales).

Además, para proyectar las precipitaciones y la temperatura en la cuenca se tuvo en cuenta un estudio del Ideam que pronostica que entre 2011 y 2100 la temperatura aumentará de 0,5 a 1 °C, y las lluvias entre el 10 y 30 %.

La investigadora propone siete alternativas, que son: 1 reducir las pérdidas, y que el acueducto de La Reforma tenga más control sobre los cortes de agua; 2 reubicar en los asentamientos a quienes están en zonas de alto riesgo; 3 combinar la primera y la segunda alternativa; 4 construir un embalse para almacenar agua en los dos periodos más lluviosos del año; 5 construir un embalse y reubicar a las personas; 6 combinar el embalse y la reducción de pérdidas de agua, y 7 combinar embalse + reducción de pérdidas de agua + reubicación de población.

“Si la cuenca se sigue usando como está hoy, entre 2021 y 2050, la presión de agua al río sería de 54,60 % y habría desabastecimiento de agua para consumo humano en un 31 %, permaneciendo en estado crítico”, menciona.

Aplicando las alternativas 1 y 2, la presión del río se reduciría en un 10 %; si se usan juntas, la demanda bajaría un 26 % y así se lograría un abastecimiento del 17,4 % frente al 31 % inicial de desabastecimiento.

Por otro lado, con la alternativa 4 se reduciría la presión de la demanda del 31 % y se abastecería de agua a toda la población durante los 12 meses del año, y con las alternativas 5 y 6 el río no tendría tanta presión por la demanda de agua.

La mejor opción para recuperar la fuente es la 7, que combina las alternativas 1, 2 y 4, con lo cual se reduciría progresivamente el índice de uso de agua a largo plazo y se garantizaría el abastecimiento para la comunidad.

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