Todos los establecimientos, edificios, industrias, etc., están obligados, según la Ley, disponer de un Sistema contra incendios, capaz de extinguir dicho evento de forma eficaz y segura para las personas.
Normalmente, se dispone de extintores, mangueras, rociadores, pulverizadores que facilitan la extinción, ya sea manual o automáticamente con sensores de calor, fuego o térmicos.
En caso de disponer de un servicio de extinción hidráulico, mediante depósito acumulador, tuberías, mangueras y rociadores, todos estos elementos deben cumplir las medidas de seguridad, higiénico-sanitarias y las marcadas por las autoridades.
La ley dice que hay que tratar el agua como si fuera potable de consumo humano y prevenir Legionella, o sea que, toda agua utilizada contra incendios deberá tratarse de forma preventiva y constante durante todo el año, con sus revisiones periódicas, realizada por empresas especializadas.
El ozono (O3), ofrece la garantía de mantener esta agua acumulada en perfecto estado de uso, desinfectada y sin presencia de Legionella, sin costes extras como puedan ser los aditivos químicos o sistemas de dosificación automática que generan un coste en los gastos de explotación y mantenimiento.
En resumen, mantener el agua destinada para extinguir un fuego / incendio se puede obtener todo el año con un coste muy bajo, ahorrando y ofreciendo la calidad exigida por las autoridades, esto se puede realizar mediante un desinfectante biocida respetuoso con el medio ambiente: el ozono.